Auditorium de la cité de Paris, el curvado en decoración elevado a la categoría de arte
Este auditórium es obra del arquitecto Shigeru Ban, Premio Pritzker en 2014 por su uso innovador de los materiales, entre otros motivos. Para su construcción, Ban optó por la versatilidad, la originalidad y la calidez de los paneles curvados.
Afirmaba Gilles Deleuze, uno de los filósofos franceses más influyentes del siglo XX, que “el arte es lo que resiste. El arte resiste a la muerte”. Un concepto tan perfecto que es capaz de hacer emanar del ser humano los más instintivos sentimientos. Y por ende un compañero implícito en lo que a decoración se refiere. El arte es belleza, perfección, diseño y majestuosidad capaz de transformar ambientes como este: el Auditorium de la cité de Paris.
Con más de medio siglo de vida, la conocida como Cité Internationale des Arts tiene en su auditorio uno de los espacios más bellos y admirados por el público. Y donde el curvado de madera ha ayudado a ofrecer una sensación hipnótica, original, diferente… pero sin perder la calidez y la cercanía que una sala como esta, con la música como protagonista, merece y necesita.
Esta obra fue completada en 2016 de la mano del afamado arquitecto japonés Shigeru Ban. Y donde el curvado se eleva a la categoría de arte, capaz de sorprender y con un ambiente tan impactante y bucólico a la vez, ofreciendo un espacio con personalidad y donde sus propias curvas parecen dibujadas en sí mismas por las mismas melodías que emanan cada jornada en esta sala de notas y sonidos.
Natural de Tokio, Ban (1957) mezcla en sus obras la tradición de la arquitectura japonesa como las nuevas tendencias que imperan desde Occidente. En algunas de sus obras se caracteriza por el uso de materiales no convencionales, como papel o plásticos. En esta ocasión optó por los paneles curvados con el objetivo de crear una sala diferente, no convencional, con un sello propio, con los paneles curvados como uno de los elementos más versátiles y elegantes en lo que a decoración de interiores se refiere.
Entre algunas notas reseñables de su biografía, en 2014 se le otorgó el Premio Pritzker, siendo el 7 º arquitecto de Japón en recibir el galardón, considerado uno de los más importantes en la arquitectura y debido a su estudio innovador a la hora de utilizar materiales diferentes y distintivos del resto. Durante los años 2008 y 2009 la dirección de la fundación del Centro Pompidou le permitió construir una oficina temporal, realizada en cartón y plástico, en la terraza del Centro Pompidou de París para su trabajo en el diseño de dicho centro. También ha participado en el diseño del pabellón Japonés para la Expo 2000 en Hanóver, suyo es el proyecto del Museo Nómada de Nueva York de entre los años 2005 y 2009, y está reconocido como uno de los más importantes arquitectos japoneses contemporáneos.
Por su parte, este auditórium, ubicado en la Cité Internationale des Arts, dispone de uno de los programas culturales y de música más importantes de Francia. Además alberga diferentes eventos así como talleres de grupos de artistas y estudios de ensayo para músicos. La Cité Internationale des Arts fue una idea franco escandinava propuesta por el artista finlandés Eero de Snellman durante un discurso durante la Exposición Internacional 1937. Pero no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que esta idea se convierte en un proyecto real de la mano de Félix Brunau. Apoyada a finales de la década de los 40 por el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Asuntos Exteriores y por la Academia de Bellas Artes de la ciudad de París.
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